El abuso de las pantallas

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Celulares, computadoras, Play Station, tablets, televisores, etc son la perdición en estos tiempos modernos. 


El Dr Ramiro Bonilla, psiquiatra (Mat. 14413) especifica algunas recomendaciones para evitar o disminuir el tiempo que estamos frente a las pantallas. 

El primer punto que siempre sugiere el doctor a los padres es postergar lo más que puedan el contacto de los niños con las pantallas, principalmente celulares y computadoras. Cuanto más tarde un niño en tomar contacto con un dispositivo, mejor. Entiende que esto no es algo sencillo hoy en día ya que los chicos van a la escuela, ven que su compañerito tiene celular, vuelven a casa y quieren tener ellos un celular o empiezan las preguntas. Ese es uno de los desafios que como padres hay que enfrentar. Los niños deben jugar, desarrollar el juego físico, el juego con el otro, el desarrollo de habilidades cerebrales que un celular no promueve. 

En un contexto de padres cansados, estresados, abatidos y tal vez desconectados, el celular es tristemente un chupete formidable. Si uno observa los espacios comunes podemos ver a niños muy chiquititos sentados en la mesa con un celular. También podemos encontrarnos con familias enteras sentadas en la mesa y todos con su celular en mano, sin mirarse siquiera a los ojos. No hay conversación, no hay interacción, solo hay desconexión.

Es muy dificil revertir este abuso de las pantallas si el niño desde que es pequeño juega con un celular. Por eso si ya estuvo ese primer contacto, el segundo punto es regularlo. No puede ser a demanda, ni a cualquier hora, ni en cualquier lugar. Lo ideal es que haya algún tipo de acuerdo. Consensuar cuanto tiempo, en qué momento y donde también es importante ya que si estamos en espacios públicos es preferible que se disfrute de ese momento sin ninguna distracción. Hay mucho para ver y aprender fuera de casa. 

De nuevo, esto no siempre es sencillo ya que ni los propios adultos tenemos límites con las pantallas. Desayunamos con el celular, transitamos el día mirando pantallas y nos vamos a acostar nuevamente con el celular. Entonces es muy difícil sancionar un comportamiento si uno como adulto también lo hace. 
La disciplina y la conducta empieza por uno, empieza por los padres. 


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