El mal uso de las tecnologías y su influencia en el descanso

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Los dispositivos electrónicos y las redes sociales, además de ser una gran fuente de luz azul que altera el reloj biológico, son el motivo de una sobreestimulación que no deja dormir bien. 


La
cronodisrupción es la pérdida del orden temporal interno. Esto es, un desajuste entre la hora externa y el reloj interno. Cada persona tiene su reloj biológico con un marcapasos central que es el “director de orquesta” del organismo. Este es el encargado de que aparezcan, a lo largo del día, los distintos ritmos del cuerpo: hormonal, de actividad, de temperatura, de atención, de fuerza muscular.

Un gran error que suele cometerse y que no permite tener un buen descanso es el uso de dispositivos electrónicos por la noche. Las pantallas led de los mismos emiten, en una longitud de onda de 470 nanómetros, luz azul. Esta es la luz que el cerebro percibe específicamente. Debido a esto, la luz azul envía señales erróneas al reloj biológico y retrasa la hora de dormir.

La luz naranja o amarillenta no rompe con el ciclo de sueño. La luz cálida no es percibida por los cerebros del mismo modo que la azul. Por este motivo una vela, unas bombillas de estas tonalidades, no se consideran elementos cronodisruptores.

Otro actor que altera considerablemente el sueño es la sobreestimulación derivada del uso de las redes sociales. El estar pendiente de las notificaciones o chatear hasta justo antes de intentar dormir son algunos de los hábitos más perjudiciales para un buen descanso, ya que mantienen activo el cerebro. No es recomendable dormir con el celular en la mesita de luz ya que en algún microdespertar se puede tener la tentación de mirar el móvil para ver las notificaciones y esto no es nada beneficioso para el descanso.

Algunos cambios que se pueden llevar a cabo para crear una buena rutina de sueño son: 

-Dejar el teléfono móvil antes de dormir,

-Limitar considerablemente el uso de dispositivos electrónicos en las horas previas a irse a dormir. Lo ideal es dejar de usarlos una o dos horas antes de acostarnos. 

-Dejar el dispositivo fuera de la habitación, apagado o, al menos, con las notificaciones silenciadas.

-Aplicar filtros nocturnos. Esto no elimina la luz azul del todo, pero sí que baja un poquito la intensidad y cambia la tonalidad, por lo que nos afectaría menos. Se recomienda usar el modo noche si lo tenemos en nuestros dispositivos, y si no, hay aplicaciones que permiten generar este patrón de luz.

Fuente: Rosario3

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